AMH: “Gobierno de resultados”
POLÍTICA DE SUMA CERO
Luego de esa noche gris que representó para Oaxaca el llamado gobierno de la alternancia, el de GABINO CUÉ, con su secuela de corrupción, conflicto de intereses, nepotismo, compadrazgo, opacidad, entre otros vicios, la irrupción de un candidato joven, metido con calzador si se quiere como tal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), abrió expectativas alentadoras entre los oaxaqueños. Y en el proceso electoral de 2016, ALEJANDRO MURAT ganó de calle. El eje de su discurso fue: “seré un gobernador de resultados”.
La cercanía con el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, con quien trabajó en el gobierno del Estado de México y en el gabinete ampliado, como titular del INFONAVIT, nos hizo acariciar de manera ingenua, la idea de que el flujo de recursos federales para Oaxaca serían una realidad. Craso error. Hemos estado peor. Es más, tema de campaña fueron las carreteras a la Costa y el Istmo. “En 15 meses estarán concluidas”. Segundo revés. En la primera apenas se reiniciaron los trabajos y la segunda seguirá sumergida en el fondo de la ignominia.
Se habló de eficiencia y servicio, comprometido en abatir la lacerante corrupción. De las cuentas del pasado mejor ni hablar. Sólo uno de los acusados de desvíos, GERMÁN TENORIO, ex titular de los Servicios de Salud, está en prisión. El resto está libre y goza, literalmente, de cabal salud. Un disparo al aire. En el informe “de los primeros cien días”, se reiteró el compromiso de “ni una concesión más en el transporte”. Salto al vacío. Hay que ver el desgarriate que es hoy el transporte concesionado. Serio asunto de seguridad estatal y eje de alta criminalidad. Cabos sueltos y cuerdas sin atar en otros rubros. El estado camina a paso de cojo, gracias a la bendición de Mamá Chole (La Virgen de la Soledad) y de la Virgen de Juquila. Y lo peor…. sin resultados.
Sin ánimo de descalificar ni de hacer prejuicios –que encierran, sí, un juicio, pasado por el rasero de la experiencia, dice Hannah Arendt- en afán de criticar sanamente a ALEJANDRO MURAT, que el jueves habrá de dirigir un mensaje con motivo de su II Informe de Gobierno, ojalá se sacuda el lastre pernicioso que hasta hoy lo ha acotado y se dedique a gobernar. Ni triunviratos ni Santísima Trinidad. Culpar de todos los males al pasado ya no basta. Poder que no se ejerce se acartona y se pudre. No más experimentos no más frivolidades. Oaxaca y más de 3 millones de oaxaqueños, son mucho más que compadrazgos, jolgorios, velas; mucho más que compromisos; futurismo político o la obsesión de clanes o cofradías. (JPA)